Un enfermo anciano tenía por costumbre tener una silla vacía al lado de su cama. Pensaba que en ella se encontraba Jesús sentado. Un día se lo encontraron muerto, con la cabeza apoyada en la silla vacía que tenía siempre a la cabecera de la cama.
La vida acaba con la muerte, dicen algunos, aunque para los creyentes en Cristo, la vida no termina, se transforma en una nueva y verdadera vida.
La vida acaba con la muerte, dicen algunos, aunque para los creyentes en Cristo, la vida no termina, se transforma en una nueva y verdadera vida.