martes, febrero 16, 2010

Deja que el espiritu de Dios actúe

El Espiritu Santo es quien puede transformar nuestros corazones con su soplo, con su fuego, con su poder y su luz. Con su fuerza podemos cambiar poco a poco nuestras actitudes llegando a ser personas renovadas. Siempre es posible cambiar con el auxilio del Espiritu. Si no cambiamos no es porque él no puede, sino porque nos respeta delicadamente. No nos obliga no nos invade.
No actua alli donde nosotros no se lo permitimos. Respeta nuestras decisiones, y también nuestra debilidad.
Pero si dejamos que el Espiritu Santo actúe en nosotros, si lo invocamos, si le permitimos que  él nos impulse, entonces la vida se llena de actos de amor a Dios  y a los hermanos, y así nos convertimos en seres "espirituales" es decir, conducidos por la fuerza del Espiritu Santo. El Espiritu Santo nos va renovando, y asi no nos amargamos el corazón con rencores, celos, envidias. Ya no estamos inmovilizados por la diferencia y el egoismo, y ya no somos esclavos de los vicios y los malos apegos. Al contrario, nos llenamos de esperanza, de fortaleza, de alegria en medio de las dificultades, y nos sentimos verdaderamente libres, "nuevas criaturas".

La Biblia nos habla bellamente de los frutos que produce el Espiritu cuando lo dejamos actuar, y lo resume en siete: "amor" "alegria" "paz" "paciencia" afabilidad" bondad" "fidelidad" " mansedumbre" y dominio de uno mismo.

No le pongamos obstáculos, para que él pueda producir esos frutos en nuestra vida.

Para nuestros amigos de SCJM 
Autor: Armando De Lorenzi

No hay comentarios:

Publicar un comentario