martes, mayo 04, 2010

La Escritura como fuente de crecimiento Espiritual


Una de las cosas más tristes en nuestro cristianismo es la falta de crecimiento espiritual  del pueblo de Dios. Y esto es porque el Pueblo no estudia la Palabra de Dios. 

La gente por lo general sólo viene a misa y sale de ella prácticamente igual que como entró pues, por la falta de contacto con la Sagrada Escritura poco entiende de lo que se leyó o de la misma homilía y eso hace que haya un gran atraso en el pueblo de Dios.

Necesitamos, como dice San Pedro (1 Pe 2, 2), nutrirnos con la leche espiritual de la palabra, pues ésta es la que nos hace crecer.


La Sagrada Escritura es una de las fuentes más importantes para la vida espiritual del cristiano; si no se estudia con asiduidad difícilmente habrá crecimiento. Si verdaderamente queremos que la palabra de Dios viva en nosotros, es necesario:
Búsqueda de la Santidad: En la primera Carta de Pedro (1 Pe 2, 1) nos invita que buscar la santidad y dejar de lado todo lo que es contrario a esta: “Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación”. En la medida en que nosotros nos vamos apartando del mal y buscamos la santidad, el espíritu de sabiduría e inteligencia crece en nosotros y nos ayuda a progresar grandemente en la comprensión de la palabra de Dios y de su voluntad resultando una vida moral conforme al proyecto divino. 
Estudio Asiduo: El profeta Jeremías (Jer 15, 16) dice: “Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por tu nombre, ¡Oh Señor!, Dios de los ejércitos”. Es decir, la palabra de Dios se presenta realmente como un alimento; el no nutrirse de ella, es atentar contra la vida espiritual; sin ella se puede caer con gran facilidad en la anemia del alma que produce grandes problemas en la vida.

1 comentario:

  1. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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