viernes, marzo 26, 2010

Miércoles Santo: La traición de Judas

Judas había sido privilegiado al formar parte de los “amigos de Jesús”, de los “doce” apostoles.  Sin embargo, se acerca a los sumos sacerdotes para proponerles la entrega del Maestro mediante el pago de treinta monedas de plata.

En este hecho, muchos ven un esfuerzo final del discípulo que empujará a Jesús a una manifestación poderosa de su mesianismo político, que liberará a su pueblo de la odiosa dominación romana.

En la traición de Judas vemos cómo se entrelazan los designios de Dios y el libre actuar del ser humano. Nadie puede negar que Judas haya actuado libremente. Y, sin embargo, su actuación fue anunciada de antemano y no se escapó tampoco a la voluntad de Jesús: esa acción fue realizada cuando había llegado “La hora” de Jesús.

Es peligroso jugar con nosotros mismos: la libertad es un don; pero su correcto ejercicio es una conquista, es un fruto de la correspondencia a la gracia divina. Y no hay nada más peligroso que habituarse a la gracia; puede resultar irreparable.

¡Se puede hacer callo aun de tratar cotidianamente con la eucaristía!

2 comentarios:

  1. Habituarse a la gracia , es caer en el abuso de la misericordia de Dios, pensar que todo es perdonado hagamos lo que hagamos. Es la puerta de la tibieza. Y Dios vomita a los tibios. Que esta semana, sepamos descubrir de nuevo, el amor infinito que se nos da.

    ResponderEliminar
  2. Diría que Judas no entró en los 12, por ser solamente privilegiado, entró porque Jesús tenía la capacidad de ver la intención de su corazón, y sabía que Judas lo podía vender, vender (ese privilegio).

    Saludos,

    Excelente Blog
    te felicito !

    ResponderEliminar