domingo, marzo 21, 2010

El mesías Consolador

Cristo comienza su misión presentado por Juan como redentor y consolador de los siglos. Se presenta en la sinagoga proclamando el texto de Isaías que manifiesta el consuelo divino: enseñar y hacer el bien a los pobres, a los prisioneros, a los ciegos, oprimidos, esclavos (Lc 4, 21); recorre Galilea como el predicador-consolador anunciado por la Escritura. Con su actividad evangelizadora, es la luz y la consolación de Israel.
Jesús afirma categóricamente la consolación total que Él mismo entrega al mundo: “Venid a mí todos los que andáis cansados y atribulados…yo soy manso y humilde de corazón y en mí encontraréis descanso para vuestra vida” (Mt 11,28-29).
Jesús y los pobres resuenan en el Evangelio como la consolación definitiva de Dios para la humanidad. Aquí encontramos la raíz de la consolación: en el amor misericordioso de Jesús para con los pobres, los afligidos, los ciegos, los oprimidos; en la gratuidad, compasión y donación absoluta de sí mismo por su salvación y liberación.
La salvación se realiza en el encuentro personal con Cristo en la fe. Jesús es consolación de Dios: Dios que viene al encuentro del hombre para consolarlo. El consuelo no es algo, es Alguien, es Él, el propio Dios, con su rostro paterno y materno.
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2 comentarios:

  1. Gracias Por tu meditacion ,preparación y oración , que da por resultado las Pequeñas "Grandes riquezas "que nos da Jesús al estar al servicio.....
    Gracias tambien por permitirme compartir tu blog con otros como puente para seguir Anunciando a Quien Amamos y nos incendia el corazón.
    seguimos caminando hasta su encuentro...
    Paz y bien
    Eliana

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  2. Estimado Daniel, vengo a su casa con frecuencia, pero no sabía como hacerle un comentario, si leía todo el texto, me encontraba con que mandara a 1o amigos por correo..., y seguía y seguía dándo vueltas al blog hasta que me iba sin decirle nada. Me agradan sus reflexiones y cuanto más hoy donde no nos sabemos consolar si no más bien herirenos de muchas maneras. No herimos consintiendo leyes que no dan vida, que ahogan a la humanidad en una fria comodidad. Sí, hoy los pobres siguen siendo los mismos que en tiempo de Jesús, añadiendo a los que se dejan engañar por esas leyes que destruyen el nucleo central de la sociedad humana que es «La familia»
    Hay mucho que orar para poder llegar a consolar a tantas madres que abortan, a los que desean la eutanásia y la aplican a sus familiares, a los mal llamados matrimonios geis, a los drogadictos, a los ministros que ultrajan a la Iglesia. ¿Cómo llegar a esa humanidad descarriada?, ¿Cómo consolarla si están cómodos viviendo ese frenesí?.
    Como decía Santa Teresita de Lisieux que ayer recordaba en mi blog con su poesía.Hno daniel«Hay que vivir de amor» para llegar a convertir al pecador.
    Reciba mi ternura.
    Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

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