martes, octubre 13, 2009

Viento que arrasa y fuego que quema

El Espiritu Santo, limpia, purifica, destruye todo lo manchado y se lleva nuestras basuras. Por eso es agua que lava, viento que arrasa y fuego que quema:

"Cuando lave el Señor la suciedad de las mujeres de Sión y friegue la sangre dentro de Jerusalen, con un viento justiciero, con un soplo abrasador".



Cuando nos sentimos sucios por dentro, por nuestras infidelidades, egoísmos o malas acciones, invoquemos al Espiritu Santo para que queme todo con ese fuego y lo destruya para siempre:

"Será fuego de fundidor, lejía de lavandero".

Ya en el Bautismo nos bañó, y vuelve a hacerlo cada vez que volvemos a él sinceramente arrepentidos:



"Nos salvó con el baño del nuevo nacimiento, y la renovación por el Espiritu Santo"
Veamos cómo lo expresaba San León Magno:



"Un pueblo que se consagra al cielo nace aqui de semilla fecunda; lo engendra el Espiritu Santo fecundando el agua. Sumérgete pecador, para limpiarte en la sagrada corriente. Viejo te recibirá el agua, pero te despedirá nuevo".

Muchas veces, cuando hemos caminado y trabajado en un dia de calor de verano, hemos disfrutado al sentirnos limpios después de un buen baño. Mucho más bella es la limpiezaue realiza el Espiritu Santo si le permitimos que pase por nosotros con su agua purificadora.
Autor: Armando

1 comentario:

  1. me gustoo este tema, que bueno que te dediques a difundir estas reflexiones por via internet, para que muchas personas como yo reflexionemos sobre lo que hacemos y saber que contamos con Diosito siempre =)
    espero que sigas subiendo mas temas, prometo leerlos mas seguido}
    cuidatte mucho
    !

    ResponderEliminar