Una joven llamada Sofía relata la experiencia que tuvo en una de sus clases, dada por uno de sus profesores.
Un día Sofía llegó a su clase y en la pared había una hoja blanca grande y en una mesa próxima estaban muchos dardos...
El Profesor les dijo a los estudiantes que dibujaran la foto de una persona que no les gustara, o de alguien que los haya puesto furiosos, y él les dejaría tirarle dardos.
La amiga de Sofía dibujó una foto de una muchacha que le había robado a su novio. Otra amiga dibujó la foto de su hermanito.
Sofía dibujó una foto de un amigo anterior, poniendo muchos detalles en su dibujo, hasta las espinillas de la cara. Sofía estuvo satisfecha con el efecto que había alcanzado.
Se alineó en la fila para tirar los dardos. Algunos de los estudiantes lanzaron sus dardos con tal fuerza que sus blancos fueron rasgados.
Sofía miraba adelante en espera de su turno, pero se decepcionó cuando el Profesor, debido a límites de tiempo, pidió que los estudiantes volvieran a sus asientos.
El Profesor comenzó a quitar los blancos de la pared. Por debajo del blanco estaba una foto de JESÚS. Un silencio cayó sobre el cuarto mientras que cada estudiante vio la desmantelada foto de Jesús; los agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos fueron perforados.
El Profesor dijo solamente estas palabras...
Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Mateo 25, 40
No había necesidad de otras palabras; las lágrimas llenaron los ojos de los estudiantes, centrados solamente en el rostro herido de Cristo.
Un día Sofía llegó a su clase y en la pared había una hoja blanca grande y en una mesa próxima estaban muchos dardos...
El Profesor les dijo a los estudiantes que dibujaran la foto de una persona que no les gustara, o de alguien que los haya puesto furiosos, y él les dejaría tirarle dardos.
La amiga de Sofía dibujó una foto de una muchacha que le había robado a su novio. Otra amiga dibujó la foto de su hermanito.
Sofía dibujó una foto de un amigo anterior, poniendo muchos detalles en su dibujo, hasta las espinillas de la cara. Sofía estuvo satisfecha con el efecto que había alcanzado.
Se alineó en la fila para tirar los dardos. Algunos de los estudiantes lanzaron sus dardos con tal fuerza que sus blancos fueron rasgados.
Sofía miraba adelante en espera de su turno, pero se decepcionó cuando el Profesor, debido a límites de tiempo, pidió que los estudiantes volvieran a sus asientos.
El Profesor comenzó a quitar los blancos de la pared. Por debajo del blanco estaba una foto de JESÚS. Un silencio cayó sobre el cuarto mientras que cada estudiante vio la desmantelada foto de Jesús; los agujeros y las marcas dentadas cubrieron su cara, y sus ojos fueron perforados.
El Profesor dijo solamente estas palabras...
Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Mateo 25, 40
No había necesidad de otras palabras; las lágrimas llenaron los ojos de los estudiantes, centrados solamente en el rostro herido de Cristo.
Sin comentarios...bellísima enseñanza.
ResponderEliminarBENDICIONES.
FOTELIAS
Es hermosisima esta reflexion, :)
ResponderEliminarDios te colme de bendiciones.
Que buena lección. Al principio creí que iva por otro camino. Qué ejemplo para explicar. Gracias por el. Me ha encantado
ResponderEliminarDeberian traduzir esta pagina, para que a consolacion chegue a muitos outros irmãos e irmãs. saludos desde Brazil
ResponderEliminarque maravillosa reflexion jesus es nuestro rey.....
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