jueves, junio 25, 2009

Amar a tus hermanos

Una persona espiritual, llena del Espiritu, sabe compartir y busca la felicidad de los demás. No se aleja de los otros, sino que sabe descubrir a Jesús en ellos. Hay personas que se creen espirituales, pero en realidad están llenas de rencores y de orgullo, o no son capaces de hacer feliz a nadie.
Entonces, en realidad, están lejos de Dios, porque nuestro amor al Dios invisible se manifiesta en el trato con los hermanos visibles: " El que no ama al hermano que ve, no puede amar a Dios, a quien no ve". Por eso San Pablo llamaban carnales a los que vivian en la envidia y la discordia.
Mientras los criterios de este mundo nos invitan a pensar en nosotros mismos, a acomodarnos los mejor posible, a desentendernos de los demás, a consumir, a comprar, a no participar, el Espiritu Santo quiere impulsarnos siempre a la unidad, a la participación, al encuentro. Su impulso divino busca que todas las cosas y todas las personas se vayan armonizando en una maravillosa unidad. Él es el amor que une personas. Por eso, en este año somos llamados a integrarnos un poco más en la Iglesia, a quererla más, a buscar nuevas maneras de sentirnos partes de ella.


Para Sed Consolación de Armando de Lorenzi (Autor)

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