Ante la actual epidemia de influenza, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, junto con su Consejo Episcopal, por segunda semana consecutiva, pidió “con carácter de obligatorio la suspensión de las celebraciones eucarísticas en todos los templos de la ciudad en este cuarto domingo de Pascua”.
En el mensaje publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, se recuerda que “ante la dolorosa situación que vivimos, también Jesús nos invita a salir de nuestro miedo y cerrazón, nos pide abrir las puertas y nos envía a ser portadores de su mensaje de amor y esperanza a todos aquellos que viven enclaustrados en el pánico y paralizados por el temor a la muerte”.
Tras expresar su consuelo a quienes por la epidemia de la influenza han perdido a algún ser querido y luego de recordar la necesidad de actuar con responsabilidad ante esta emergencia sanitaria siguiendo las instrucciones de las autoridades, el mensaje insta a los cristianos a actuar con mayor celo ante esta enfermedad, especialmente a los sacerdotes, que deben estar al “pendiente de sus comunidades, que atiendan con caridad a los enfermos, que estén prontos para auxiliarlos con los sacramento de la confesión, la unción y la Sagrada Comunión”.
Asimismo exhorta a los presbíteros a “que consuelen y conforten a las familias, que sean portadores de esperanza, que promuevan la oración confiada y perseverante, que oren intensamente por la salud del pueblo, que fomenten la caridad parroquial y que tomen como un deber, seguir las indicaciones prácticas emitidas por la Arquidiócesis de México para la celebración de la Santa Misa, procurando durante todo el tiempo de la emergencia que por ningún motivo sean conglomeraciones multitudinarias que puedan poner en riesgo de contagio a los fieles”.
“Debido a que la Organización Mundial de la Salud ha declarado la etapa 5 de esta epidemia y en solidaridad responsable con nuestras autoridades, una vez más, no sin gran dolor, para los pastores y los fieles, el Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México pide con carácter de obligatorio la suspensión de las celebraciones eucarísticas en todos los templos de la ciudad, en este cuarto domingo de pascua, denominado del Buen Pastor”.
El texto recuerda también a “los sacerdotes su deber de celebrar la Eucaristía en privado aplicando la intención por la salud del pueblo de México. Así mismo recordamos a los fieles cristianos que quedan exentos del cumplimiento del precepto dominical y los invitamos a que sigan las transmisiones por radio y televisión que se harán a puerta cerrada de las eucaristías celebradas tanto en la Basílica de Guadalupe, como en la Catedral Metropolitana”.
Luego de felicitar al personal de salud por su esforzada labor, los obispos de México D.F. recordaron que las familias en sus casas tienen entonces la oportunidad para “la convivencia y la oración, la formación en nuestra fe, la lectura, el estudio, el cuidado de la casa, y una serie de actividades que nos ayuden a cultivarnos íntegramente como personas. Procuren que sus conversaciones sean promotoras de esperanza, no fomenten las especulaciones que provocan incertidumbre y pánico; por el contrario, mediten sobre el significado de estos signos de los tiempos con los que Dios nos habla y nos mueve a la reflexión a fin de ser conscientes de nuestros límites y fragilidades; es deber de todos aumentar la caridad y despertar la solidaridad”.
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