Al finalizar la 93º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), los prelados publicaron una nota final en la que recordaron el drama del aborto como una "tragedia del siglo XX", indicaron algunos avances en vistas de la JMJ Madrid 2011 y del Año Sacerdotal, así como su preocupación por la actual crisis económica.
En la nota se señala que el Presidente de la CEE, Cardenal Antonio María Rouco Varela, "aludió con detalle en el discurso inaugural de la Asamblea al don de la vida y al derecho a vivir y se refirió a la conocida sentencia del filósofo Julián Marías, a propósito de la aceptación social del aborto, para afirmar que aunque el aborto ensombrece desde siempre la historia de la humanidad, 'ha sido precisamente en el siglo pasado cuando amplios sectores sociales han empezado a considerar públicamente que eliminar a los que van a nacer no sería algo de por sí reprobable y cuando tal mentalidad ha encontrado eco en las legislaciones que han dejado de proteger de modo adecuado el derecho de todos a vivir'".
En ese discurso, el Purpurado "subrayó que también España se ha visto inmersa en las últimas décadas 'en el mencionado proceso de deterioro de la conciencia moral en lo que toca al valor sagrado de la vida humana. Desde la legislación despenalizadora de 1983, la situación ha ido empeorando tanto en la práctica como en las leyes'".
"Ante esta situación, los Obispos españoles y la Conferencia Episcopal nunca hemos dejado de anunciar el Evangelio de la vida en su integridad y de denunciar las leyes injustas, proponiendo la doctrina de la Iglesia con absoluta independencia de las cambiantes coyunturas políticas (…) No queremos ni podemos cejar en este empeño de proclamar el Evangelio de la vida en toda su belleza y con todas sus consecuencias".
Otro de los temas en este comunicado final fue la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en agosto en Madrid en 2011 que tendrá como lema "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe". Asimismo, los obispos explicaron que las acciones previstas para el Año Sacerdotal, convocado por Benedicto XVI será tratado próximamente.
Un tema importante, explicaron, fue también el de la crisis económica. "Ante las dificultades por la que atraviesan muchas personas, los prelados reiteran que esta situación supone una grave interpelación para los cristianos e invitan una vez más a que, cada uno desde sus posibilidades, ayude a las personas que más lo necesitan".
"Constatan con gratitud el esfuerzo que Cáritas y otras organizaciones eclesiales están realizando para atender las demandas crecientes de ayuda. Los obispos sostendrán y promoverán el compromiso de las instituciones católicas en la ayuda a quienes sufren más directamente las consecuencias de la crisis", destacaron.
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