La Falsa y la verdadera Humildad

Habra personas que por fuera aparentamos y fingimos ser humildes, inclinamos la cabeza, buscamos el último lugar, hablamos de nuestros defectos... pero por dentro nos creemos mucho: no cedemos nunca, queremos hacer siempre nuestra voluntad, no aceptamos la crítica de un amigo, ni una corrección de un superior. Aparentamos ser sencillos, pero en nuestro interior siempre andamos sintiendonos más que los demás. Esta humildad es una humildad fingida. Habra otras personas que nos sentimos de verdad tan poca cosa, que nos da pena si alguien reconoce las cualidades que tenemos, que nos enfocamos exclusivamente en nuestros defectos. Incluso a veces nos creemos tan humildes que nos sentimos desilusionados, abatidos, desalentados.