¿Qué es la infidelidad? Es una defraudación, es una traición a una relación, la violación de un convenio. Hay muchos tipos de infidelidad, pero aquí nos referimos al que se da en el matrimonio monógamo, o en una relación equivalente.
En la actualidad, se presentan de múltiples formas, y con el avance en la tecnología telefónica, y el internet, es muy frecuente que se estos medios se vean involucrados y que sin esperarlo, el mensajito, la llamada inesperada, frente a la pareja, denuncia la traición e inicie la trama de la sospecha, la intriga y más adelante la persecución por el momento del descuido para ver el mensaje en la memoria del famoso celular.
Así también está el MSN, o los correos por internet. Y lo inevitable es que la emoción que brota a flor de piel, al infiel se le nota, y nuevamente la pareja empieza a sospechar y a buscar pistas y como el traidor esta muy emocionado con las cartas de amor......pues le ha sacado impresiones y las ha guardado, las cuales en su momento serán descubiertas, al no poder más con la culpa, dejarán evidencias para ser descubiertos, para incriminar después a la pareja por andar revisando sus pertenencias, y pasará igual con el celular, o igual si subieron alguien al auto y dejaron algún objeto “por casualidad” olvidado del compañero de aventura.
¿Qué es la infidelidad?, el Dr. Frank Pittman, en su libro Mentiras Privadas, nos dice que es una defraudación, es una traición a una relación, la violación de un convenio. Hay muchos tipos de infidelidad, pero aquí nos referimos al que se da en el matrimonio monógamo, o en una relación equivalente.
Señala que la infidelidad tal vez no sea lo peor que un cónyuge pueda hacerle al otro, pero sí puede ser lo más desconcertante y desorientador y por eso el medio mas probable de destruir el matrimonio, no necesariamente por su aspecto íntimo, sino a causa del secreto y las mentiras que son igual a la traición.
Las aventuras amorosas son complejas desde el punto de vista emocional y encierran bastante ira, en parte hacia el cónyuge, en parte hacia el compañero de aventura y en parte hacia la institución del matrimonio.
D. J. Moultrup en su libro Housbands, Wives and Lovers, afirma que por definición, una relación extramatrimonial crea un déficit en el nivel de intimidad que resulta malsano y tiende a tener un efecto profundo y negativo sobre los individuos, el matrimonio y los niños de la familia.
El mito es una necesidad de la cultura, y se combina defensivamente frente a algunas problemáticas en el vínculo de la pareja.
Y sobre estos mitos, El Dr. Pittman señala:
Primer Mito: Todos tienen aventuras.
Aclaración: La infidelidad no es una conducta habitual. Estorba considerablemente la confianza y la intimidad conyugales. Es un comportamiento anormal y sintomático y se tendrá que averiguar de qué es síntoma.
Segundo Mito: Las aventuras le hacen bien al matrimonio
Aclaración: Esta es una idea que venden las revistas, en las cuales sugieren estas fantasías. O la idea de si las personas se sintieran en la libertad de ser infieles, el matrimonio no les provocaría tanta ira. Esta creencia supone que la gente es básicamente pasivo-agresiva, y que el matrimonio es innatural y frágil. Algunas personas si son pasivo-agresivas hacia su pareja, por lo que llevan una vida de ocultamiento y enemistad.
La infidelidad es peligrosa para la mayoría de las personas y los matrimonios. Las excepciones son pocas. Causan daño al matrimonio, que puede recuperarse a costa de arduos esfuerzos y sufrimientos terribles.
Tercer Mito: Las aventuras demuestran que ya no hay amor en el matrimonio.
Aclaración: La mayor parte de las veces, la razón está más relacionada al estado emocional de la persona infiel que con la persona engañada.
Si se tienen aventuras amorosas, se afloja el apego y da como resultado el desamor a la pareja. O sea, que las aventuras no son la consecuencia del desamor, sino que se tiene la aventura y al romper una ligazón emocional, se cae en desamor.
Cuarto Mito: El compañero de aventura es más sexy que el cónyuge.
Aclaración: La elección se basa más en la diferencia respecto al cónyuge que en la superioridad. En ocasiones el tipo de diferencia es indicador diagnóstico del problema que provoca la infidelidad.
Quinto Mito: La aventura sucede por culpa del cónyuge engañado.
Los expertos señalan en que el infiel es responsable de su conducta. La insatisfacción conyugal no justifica la infidelidad, ya que no es una manera de solucionar problemas, sino de agravarlos.
Sexto Mito: Conviene ignorar la aventura del cónyuge por razones de seguridad.
Aclaración: La aventura tiene cierto valor de mensaje. Un mensaje puede ser que el infiel quiere salir del matrimonio pero no quiere asumir la responsabilidad de esa postura, y entonces le gustaría ofender al traicionado para que lo amenace con el divorcio. Ignorar las aventuras pone a la gente en la posición de no tener que admitir la existencia de problemas ni hacer nada por resolverlos.
Séptimo Mito: la secuela inevitable de una aventura es el divorcio.
Después de una crisis, sea cual fuere, el matrimonio puede mejorar o empeorar. Algunas personas son tan desconfiadas, perfeccionistas o románticas que les cuesta vivir en un matrimonio defectuoso o dondequiera en un mundo real e imperfecto. Los expertos nos dicen que no hay nexo entre felicidad conyugal y decisión de divorciarse y que mientras matrimonios desdichados se mantienen unidos, otros, apenas imperfectos, se desintegran. Pareciera que la cuestión se relaciona más con expectativas individuales que con una “felicidad objetiva”.
CONCLUSION:
-Sean cuales fueren los problemas conyugales anteriores a una crisis de infidelidad, los posteriores son muy diferentes y mucho más graves. La aventura amorosa aporta sus propios problemas.
-Debemos tener presente que las aventuras amorosas prosperan en la clandestinidad. El complot, el riesgo, y las tretas crean una alianza entre los compañeros de aventura, en tanto que las mentiras y el engaño aumentan el malestar en el cónyuge.
-El peligro de poner al descubierto una aventura está en que el cónyuge infiel tienda a quedarse y trate de aproximarse al otro.
En la actualidad, se presentan de múltiples formas, y con el avance en la tecnología telefónica, y el internet, es muy frecuente que se estos medios se vean involucrados y que sin esperarlo, el mensajito, la llamada inesperada, frente a la pareja, denuncia la traición e inicie la trama de la sospecha, la intriga y más adelante la persecución por el momento del descuido para ver el mensaje en la memoria del famoso celular.
Así también está el MSN, o los correos por internet. Y lo inevitable es que la emoción que brota a flor de piel, al infiel se le nota, y nuevamente la pareja empieza a sospechar y a buscar pistas y como el traidor esta muy emocionado con las cartas de amor......pues le ha sacado impresiones y las ha guardado, las cuales en su momento serán descubiertas, al no poder más con la culpa, dejarán evidencias para ser descubiertos, para incriminar después a la pareja por andar revisando sus pertenencias, y pasará igual con el celular, o igual si subieron alguien al auto y dejaron algún objeto “por casualidad” olvidado del compañero de aventura.
¿Qué es la infidelidad?, el Dr. Frank Pittman, en su libro Mentiras Privadas, nos dice que es una defraudación, es una traición a una relación, la violación de un convenio. Hay muchos tipos de infidelidad, pero aquí nos referimos al que se da en el matrimonio monógamo, o en una relación equivalente.
Señala que la infidelidad tal vez no sea lo peor que un cónyuge pueda hacerle al otro, pero sí puede ser lo más desconcertante y desorientador y por eso el medio mas probable de destruir el matrimonio, no necesariamente por su aspecto íntimo, sino a causa del secreto y las mentiras que son igual a la traición.
Las aventuras amorosas son complejas desde el punto de vista emocional y encierran bastante ira, en parte hacia el cónyuge, en parte hacia el compañero de aventura y en parte hacia la institución del matrimonio.
D. J. Moultrup en su libro Housbands, Wives and Lovers, afirma que por definición, una relación extramatrimonial crea un déficit en el nivel de intimidad que resulta malsano y tiende a tener un efecto profundo y negativo sobre los individuos, el matrimonio y los niños de la familia.
El mito es una necesidad de la cultura, y se combina defensivamente frente a algunas problemáticas en el vínculo de la pareja.
Y sobre estos mitos, El Dr. Pittman señala:
Primer Mito: Todos tienen aventuras.
Aclaración: La infidelidad no es una conducta habitual. Estorba considerablemente la confianza y la intimidad conyugales. Es un comportamiento anormal y sintomático y se tendrá que averiguar de qué es síntoma.
Segundo Mito: Las aventuras le hacen bien al matrimonio
Aclaración: Esta es una idea que venden las revistas, en las cuales sugieren estas fantasías. O la idea de si las personas se sintieran en la libertad de ser infieles, el matrimonio no les provocaría tanta ira. Esta creencia supone que la gente es básicamente pasivo-agresiva, y que el matrimonio es innatural y frágil. Algunas personas si son pasivo-agresivas hacia su pareja, por lo que llevan una vida de ocultamiento y enemistad.
La infidelidad es peligrosa para la mayoría de las personas y los matrimonios. Las excepciones son pocas. Causan daño al matrimonio, que puede recuperarse a costa de arduos esfuerzos y sufrimientos terribles.
Tercer Mito: Las aventuras demuestran que ya no hay amor en el matrimonio.
Aclaración: La mayor parte de las veces, la razón está más relacionada al estado emocional de la persona infiel que con la persona engañada.
Si se tienen aventuras amorosas, se afloja el apego y da como resultado el desamor a la pareja. O sea, que las aventuras no son la consecuencia del desamor, sino que se tiene la aventura y al romper una ligazón emocional, se cae en desamor.
Cuarto Mito: El compañero de aventura es más sexy que el cónyuge.
Aclaración: La elección se basa más en la diferencia respecto al cónyuge que en la superioridad. En ocasiones el tipo de diferencia es indicador diagnóstico del problema que provoca la infidelidad.
Quinto Mito: La aventura sucede por culpa del cónyuge engañado.
Los expertos señalan en que el infiel es responsable de su conducta. La insatisfacción conyugal no justifica la infidelidad, ya que no es una manera de solucionar problemas, sino de agravarlos.
Sexto Mito: Conviene ignorar la aventura del cónyuge por razones de seguridad.
Aclaración: La aventura tiene cierto valor de mensaje. Un mensaje puede ser que el infiel quiere salir del matrimonio pero no quiere asumir la responsabilidad de esa postura, y entonces le gustaría ofender al traicionado para que lo amenace con el divorcio. Ignorar las aventuras pone a la gente en la posición de no tener que admitir la existencia de problemas ni hacer nada por resolverlos.
Séptimo Mito: la secuela inevitable de una aventura es el divorcio.
Después de una crisis, sea cual fuere, el matrimonio puede mejorar o empeorar. Algunas personas son tan desconfiadas, perfeccionistas o románticas que les cuesta vivir en un matrimonio defectuoso o dondequiera en un mundo real e imperfecto. Los expertos nos dicen que no hay nexo entre felicidad conyugal y decisión de divorciarse y que mientras matrimonios desdichados se mantienen unidos, otros, apenas imperfectos, se desintegran. Pareciera que la cuestión se relaciona más con expectativas individuales que con una “felicidad objetiva”.
CONCLUSION:
-Sean cuales fueren los problemas conyugales anteriores a una crisis de infidelidad, los posteriores son muy diferentes y mucho más graves. La aventura amorosa aporta sus propios problemas.
-Debemos tener presente que las aventuras amorosas prosperan en la clandestinidad. El complot, el riesgo, y las tretas crean una alianza entre los compañeros de aventura, en tanto que las mentiras y el engaño aumentan el malestar en el cónyuge.
-El peligro de poner al descubierto una aventura está en que el cónyuge infiel tienda a quedarse y trate de aproximarse al otro.
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