Eh querido prepararme con una buena Reflexión por el acontecimiento que vivimos estos ultimos días en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Por la llegada del huracan Alex. Y todos los desastres ocasionados.
Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo de su arado. Miró con curiosidad, y descubrió desenterrado un cofre lleno de monedas de oro.
¡Qué suerte!-dijo-. Lo tomó, y lo enterró profundamente en su jardín.
"¿Qué hacer con eso?"-se preguntó-.
Se imaginó todo lo que podría comprar, y finalmente se decidió. Este cofre lleno de monedas de oro sería su seguridad en caso de una mala temporada. Y tal seguridad cambió su carácter: de precavido pasó a ser relajado, de gruñon paso a ser agradable, y eliminó su vida intolerante.
De hecho, vislumbró una vida hermosa y feliz, sabiendo que aunque llegaran tiempos duros, podría hacerles frente. Sus últimas horas llegaron y antes de morir, reunió a sus hijos y les reveló su secreto. Murió instantes después.
El día siguiente, sus hijos cavaron en el lugar indicado. Encontraron el cofre, pero ¡que sorpresa, estaba VACÍO! Las monedas habían sido robadas al labrador desde hacía más de 10 años.
Cuántas veces, en nuestras vidas dependemos de lo material para tener un buen semblante, cuando la vida es muchísimo más que eso. De esta forma perdemos tiempo, alegría y vida con nuestros seres queridos, al ponerlo todo en virtud de las cosas materiales que tenemos.
Recuerda ser feliz, pues tienes el más grande tesoro al alcance de tus manos... ¡Jesús de Nazareth!
Bonito relato, Daniel. Yo he imaginado que ese tesoro encontrado -que le proporciona paz, serenidad y confianza ante el futuro- en lugar de ser un tesoro de monedas de oro es el tesoro de sabernos Hijos de Dios... de incalculable valor y además ¡lo tenemos todos!. Un abrazo.
ResponderEliminarEl relato nos pinta la seguridad que nos da el ahorro.
ResponderEliminarPero cuando no tenemos ese tesoro guardado, donde pondremos nuestra fe???
Ante las desgracias humanas,las catástrofes naturales, los grandes infortunios no hay ahorro ni tesoro escondido que valga.
La verdadera seguridad es el Amor incondicional y la Infinita Misericordia de Dios, que siempre nos consuela y nos cobija.
Cuando tenemos en nuestra alma la íntima certeza de que en Dios podemos sobrellevar todo, nada ni nadie puede quitarnos la paz, el infinito amor que nace y la caridad que profesamos diariamente.
Que hermosa tu meditación de hoy.
Un abrazo para todos los mejicanos que estan sufriendo los daños del Huracán alex.
Daniel, hoy he recibido un premio del blog de Sor Cecilia "Estoy a tu lado". No sabía que existieran estos premios para destacar los blogs que nos gustan especialmente... y a mí me gusta mucho el tuyo por el entusiasmo juvenil que reflejas. Si quieres, pásate a recoger tu premio por mi blog. Un abrazo.
ResponderEliminarDaniel, seguimos orando por todo México! Muchas bendiciones...
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