sábado, marzo 06, 2010

Marzo: mes de San José

Dios le confió a San José una misión excepcional: ser esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Su Hijo, Jesús, constituyéndose así en el Custodio de la Sagrada Familia y en el santo que más cerca está de Jesús y de la Virgen... José entra en este puesto con la sencillez y humildad, en las que se manifiesta la profundidad espiritual del hombre; y él lo llena completamente con su vida. «Al despertar José de su sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado» (Mateo 1,24)... En estas pocas palabras está todo.

Toda la decisión de la vida de José y la plena característica de su santidad. «Hizo». José es hombre de acción. Es hombre de trabajo... La meditación sobre su vida y las obras, tan profundamente ocultas en el misterio de Cristo y, a la vez, tan sencillas y límpidas, ayuda a todos a encontrar el justo valor y la belleza de la vocación, de la que cada una de las familias humanas saca su fuerza espiritual y su santidad...

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Glorioso Patriarca San José!, animado de una gran confianza en vuestro gran valimiento, a Vos acudo para que seáis mi protector durante los días de mi destierro en este valle de lágrimas. Vuestra altísima dignidad de Padre putativo de mi amante Jesús hace que nada se os niegue de cuanto pidáis en el cielo. Sed mi abogado, especialísimamente en la hora de mi muerte, y alcanzadme la gracia de que mi alma, cuando se desprenda de la carne, vaya a descansar en las manos del Señor. Amén.

Jaculatoria. Bondadoso San José, Esposo de María, protegednos; defended a la Iglesia y al Sumo Pontífice y amparad a mis parientes, amigos y bienhechores.

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante vuestra presencia, para pediros vuestra protección. Desde ya os elijo como a mi padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte. Amén.

1 comentario:

  1. De San José sabemos muy poco, pero significativo, que era un hombre justo y un hombre piadoso.

    Entra en la historia con su gran papel de ser esposo de María y padre virginal de Jesús, su vida queda abierta a la sorpresa de cada día. Su vida es un itinerario de fe, es sensible y abierto a los planes de Dios y al servicio de los hombres. Es el hombre fiel y disponible a los mandatos de Dios.

    Hoy San José goza de gran popularidad, su nombre va unido al de Jesús y María. No obstante él es el hombre del silencio, un silencio tan total que no hallamos en todo el Evangelio ni una palabra que haya hablado él. Se limitó a obedecer y callar, a hacer cuanto Dios le pide que haga, aunque no lo entienda.
    No existe un título mayor para un hombre que el de padre custodio de Jesús y esposo virginal de María.

    Santa Brígida, San Bernardino de Sena y Santa Teresa de Jesús se convirtieron en su mejor propagandista y nos ofrecían su experiencia: "No me acuerdo de haber pedido cosa que él haya dejado de hacer, a otros santos parece Dios les dió la gracia de socorrer en una necesidad, más este Santo socorre en todas, por ser el padre de Jesús no le niega nada y que quiere Dios darnos a entender que, así como lo hizo en la tierra, así ahora en el cielo hará cuanto le pidamos.

    Su festividad se celebra el 19 de marzo.

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