sábado, noviembre 20, 2010

¡Como un niño, tuyo soy!

¡Qué hermosa es mi Madre!. Nunca podrá existir otra como Ella, tan hermosa y delicada, pero tan fuerte también. Ustedes saben, Ella no deja de pensar en mi, nunca se aleja de mi. Sus sonrisas y sus lágrimas son un reflejo de lo que me ocurre, porque Ella, Mi Madre, nunca deja de preocuparse por mi. Por eso digo, ¡que hermosa es mi Madre!.

Qué pequeña y qué gigante es, a la vez. Pequeña en su humildad como una simple y buena mamá, y gigante por el lugar en el que está, allá bien alto, en el Cielo.

viernes, noviembre 19, 2010

Tus reacciones traen consecuencias

Dr. César Lozano

Hace unos días fui testigo de una escena que quisiera no haber presenciado. Y estoy seguro que lo que te voy a contar lo has visto alguna vez  o ¿por qué no? quizá has participado directa o indirectamente en una acción como ésta. Acudí a un restaurante en compañía de mi familia, y en una mesa ubicada junto a la nuestra,  estaba una familia integrada por un matrimonio y tres hijos menores de 12 años.