jueves, octubre 29, 2009
Biografía de Santa Filomena
domingo, octubre 25, 2009
Oración por un Buen Trabajo
Vengan a tomar agua
viernes, octubre 23, 2009
¿Por qué nos santiguamos?
martes, octubre 20, 2009
María, ahora es todo luz
domingo, octubre 18, 2009
Dra. Gloria Polo en Madrid
La Dra. Polo estuvo en Madrid, en la parroquia de Santa María Micaela. Allí contó ante miles de personas cómo fue aquella experiencia.
La Dra. Gloria Polo, odontóloga colombiana, fue alcanzada por un rayo en 1995. Sus órganos quedaron carbonizados. Como ella misma dice, el hígado, los riñones, las piernas y brazos eran como una morcilla frita. Ella quedó en coma profundo durante tres días, del que despertó contando el inicio de un viaje por el otro lado de la vida, lo que nos espera tras la muerte.
Mil millones de voltios. Trescientos millones de amperios. Una temperatura superior a los veintisiete mil grados centígrados. Ésa es la tensión eléctrica, la intensidad de la descarga y la temperatura que reventó y quemó casi en su totalidad el cuerpo de la Dra. Gloria Polo, cuando un rayo impactó de lleno sobre ella en medio de una tormenta. Su sobrino, que iba con ella, falleció en el acto. Ella cayó en coma profundo y comenzó a vivir, según su propio testimonio, un viaje por el otro lado de la vida, viendo el cielo, el purgatorio y el infierno y a quienes los habitan.
La Dra. Polo estuvo en Madrid, en la parroquia de Santa María Micaela. Allí contó ante miles de personas cómo fue aquella experiencia: «El rayo me carbonizó y quedé en paro cardiaco, sin vida, pero mientras mi carne estaba allí carbonizada, yo me encontraba dentro de un hermosísimo túnel blanco, de un gozo, una paz, una felicidad que no hay palabras humanas para describir la grandeza de ese momento. Vi en el fondo de ese túnel como un sol, una luz hermosísima. Yo digo que es blanco para ponerle color porque ninguno de los colores es comparable».
Habría pedido la eutanasia
Mientras el alma de Gloria era testigo de todo ese mundo trascendental, su cuerpo se consumía por la necrosis sobre la cama de un hospital. «Gracias a Dios, yo estaba en coma, porque defendía el aborto y la eutanasia y si hubiese sido consciente del estado de mi cuerpo, al que tanto dinero y culto había dedicado, hubiese pedido que me dejasen morir «dignamente» ». Pero mientras los médicos la desahuciaban, ella seguía con su viaje espiritual: «Llegué a un lugar en el que había una felicidad inmensa, donde todo el mundo estaba como vestido de sol, y me di cuenta de que el vestido que llevaban estaba hecho de la piel del Cordero de Dios, es decir, de las comuniones que habían recibido a lo largo de sus vidas. Y vi a mi madre. Yo siempre pensé que era una fracasada, sin estudios, que sólo servía para criar hijos y trabajar. Pero allí estaba, ¡y estaba tan guapa, tan feliz!”.
La oscuridad
Pero Gloria no se pudo quedar con su madre, y comenzó a descender en un paseo que poco a poco fue perdiendo encanto: « Había muchísima gente. La luz se fue perdiendo y empecé a andar en unos túneles de tinieblas espantosas. Ellas mismas ocasionan dolor, horror y vergüenza, y huelen mal. Siento un vacío impresionante en mi cuerpo, un abismo al fondo inenarrable, porque lo más espantoso de ese hueco era que no se sentía ni un poco del amor de Dios, ni una gota de esperanza. Yo sabía que si entraba ahí, mi alma estaba muerta. Y en ese horror tan grande, cuando estoy entrando, me cogen de los pies. Mi cuerpo entró en ese hueco, pero mis pies estaban sostenidos de arriba. Fue un momento muy doloroso y terrorífico. El ateísmo se me quedó en el camino y empecé a gritar. Me di cuenta de que ahí se encontraban millares de personas, sobre todo jóvenes, y con dolor me doy cuenta de que se empieza a escuchar el rechinar de dientes con unos alaridos y lamentaciones que me estremecían. Pero lo más terrible es la ausencia de Dios. No se sentía al Señor».
Gloria Polo no se quedó allí. Según ella misma explica, «las oraciones de mucha gente me salvaron. Grité: «¡Señor, perdóname! ¡Dame una segunda oportunidad! ». Y ese fue el momento más bello, yo no tengo palabras para describir ese momento. Él baja y me saca de ese hueco. Me enseñó un montón, infinidad de llamitas. Era fuego de amor, encendidas por la adoración de miles de personas. Y ya llevo más de diez años dando testimonio».
La conferencia termina, Gloria se pone de rodillas y tras rezar un rato frente al Sagrario, se pone en camino hacia otro testimonio. «He hablado ante miles, ante cientos, y sólo ante decenas. Eso no importa, lo que importa es que cada uno va a ver al Señor frente a frente, pidiéndonos con amor que nos convirtamos, para que empecemos a ser nuevas criaturas con Él. Sin Él, no podemos».
El aborto, el mayor pecado
Se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece, y en el infierno se escucha otro grito igual, pero de júbilo. De inmediato, del infierno salen unas larvas para seguir asediando a la Humanidad y seguir haciéndola esclava de la carne».
¡María, Madre de Dios!
María fue la elegida para ser Madre de Cristo y aceptó esta misión al decir “sí” a Dios. Festejamos el tener una Madre en el cielo que nos ayuda y auxilia en nuestras necesidades y nos ama.
Un poco de historia
Todo año que se inicia es “Año del Señor”.
viernes, octubre 16, 2009
Gerardo Mayela, Santo
martes, octubre 13, 2009
Compromiso con el prójimo.
19 Mt 28, 18-20.
20 DOCUMENTO CONCLUSIVO DE LA V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 226,b. 21 Cf. Mt 25,40.
22 BENEDICTO XVI, Carta encíclica Deus caritas est, 15.
23 BENEDICTO XVI, Carta encíclica Deus caritas est, 15.
24 Jn 13,34. Cf. Jn 15,12;
Viento que arrasa y fuego que quema
"Cuando lave el Señor la suciedad de las mujeres de Sión y friegue la sangre dentro de Jerusalen, con un viento justiciero, con un soplo abrasador".
Cuando nos sentimos sucios por dentro, por nuestras infidelidades, egoísmos o malas acciones, invoquemos al Espiritu Santo para que queme todo con ese fuego y lo destruya para siempre: